La libra esterlina o GBP es la cuarta moneda más negociada en los mercados de divisas, después de los tres grandes (el dólar estadounidense, el euro y el yen japonés). La libra también es favorecida por los bancos centrales, que con frecuencia mantienen una considerable asignación de libras esterlinas en sus libros.
Desde que se introdujo el euro, los gobiernos del Reino Unido han seguido molestos con argumentos sobre si el país debería unirse al bloque del euro, pero hasta ahora Gran Bretaña se ha resistido.
La decisión que fue tomada en el año 1997 por el gobierno laborista de Tony Blair de permitir que los poderes independientes del Banco de Inglaterra establezcan las tasas de interés del Reino Unido significa que la libra se ha vuelto menos susceptible a los tipos de crisis de índole política que han afectado a la moneda en el pasado, como la crisis que ocurrió en el año 1976 cuando el Reino Unido fue rescatado por el Fondo Monetario Internacional, o cuando se llevó a cabo la retirada forzada de la libra del Mecanismo de Tipo de Cambio Europeo (MTC) en el año 1992.
La libra se negocia con mayor frecuencia con el dólar estadounidense que con el euro (el par de divisas GBP/USD a menudo se conoce como ‘‘cable’’ por expertos en intercambios de divisas debido al cable transatlántico que alguna vez se utilizó para poder comunicar los precios de las divisas en los días anteriores a los satélites). La Unión Europea sigue siendo el mayor socio comercial del Reino Unido, seguida de los Estados Unidos.
La libra es considerada como una moneda administrada de manera relativamente responsable en este momento, y los inversores de intercambio de divisas tienen un alto grado de confianza en el historial del Banco de Inglaterra en la administración de la moneda desde el año 1997. El Banco tiene la tarea de mantener las tasas de inflación del Reino Unido por debajo del 2% y el gobernador del Banco de Inglaterra debe escribir una carta abierta al Canciller de Hacienda (el ministro de finanzas del Reino Unido) cada mes que no lo haga.
Más recientemente, sin embargo, el Banco se ha embarcado en un proceso de «flexibilización cuantitativa» el cual está diseñado para ayudar a estimular la economía del Reino Unido al imprimir dinero para realizar la compra de deuda. Esto ha llevado a la generación de tasas de interés más altas, pero como las tasas base del Reino Unido son tan bajas, pues el banco tiene pocas otras opciones.