El dólar canadiense (CAD), también conocido por los comerciantes veteranos como el ‘‘Loonie’’ por el ave acuática que se encuentra en la moneda de un dólar, es una de las dos monedas principales impulsadas por los recursos. Al igual que el dólar australiano (AUD), este está fuertemente influenciado por los precios de los principales productos básicos que exporta Canadá. A medida que aumentan los precios de los productos básicos, aumenta la demanda de CAD. El principal socio comercial de Canadá es Estados Unidos, por lo que es el par de divisas USD / CAD el que más atrae la atención de los comerciantes.
La economía de Canadá depende en gran medida de las materias primas que produce el país, entre las cuales destacan: La madera, los granos, los metales básicos, el oro y el petróleo. También es un importante productor de potasa, un importante fertilizante agrícola. Los comerciantes experimentados de CAD seguirán de cerca los precios de las materias primas para tratar de medir las tendencias en la moneda.
El dólar canadiense flotó por primera vez en 1950, aunque su rápida caída frente al dólar estadounidense (USD) entre 1960-62 llevó a su fijación por un período. Volvió a flotar en 1970, y la paridad con el USD se logró en 1976. El CAD fue barato frente al USD durante mucho tiempo entre mediados y finales de la década de 1990, pero regresó frente al dólar en la última década, logrando la paridad con el USD nuevamente en 2007, y el USD cayó cuando Estados Unidos entró en recesión.
Varios bancos centrales mantienen el CAD como moneda de reserva, particularmente en el hemisferio occidental, donde es favorecido por los bancos centrales de América Latina y el Caribe.
Canadá sigue un sistema transparente de libre mercado. Sus tasas de interés son establecidas por el Banco de Canadá, el cual es la entidad que se encarga de mantener baja la inflación y promover el bienestar económico del país. El gobernador del banco es designado por sus directores, con la aprobación del gabinete canadiense.